jueves, 6 de enero de 2011

Un día de Campo#

                                        
Me pareció ver una rana
en una escalera de barro.


Decían las ratas de agua
que no tenía fin la escalera,
que al andar
el organismo desconocía la sed.


De escalones blandos
encontrabas unas vías
visibles de barro,
marcas de renacuajos,
no dejabas de pisar juncos.
Las sandalias también.


No terminaban los escalones
inmensos ante mi. No te cansabas.


Era la escalera de caracol
llena de mariposas,
de frutas alargadas,
de nieve roja. Un día de campo.

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