viernes, 28 de junio de 2013

Teenage Dream (Capítulo 4).

N/A: Hi ya!! ;) Bueno, aquí está el cuarto capítulo de esta maravillosa historia.. que.. tenía la sensación de que si no la publicaba Isa era capaz de venir a mi casa y torturarme cual Alastair (para quien no lo sepa, Alastair es un demonio torturador de Sobrenatural...xD) 
Por cierto ayer pusieron GLEE en NEOX!! Quién fue tan tonto de perderse los cuatro primeros episodios de esta maravillosa serie? Pues yo!! Que solo vi el primero por que mi tirano hermano me hizo cambiar a "Con el Culo Al Aire" ¬¬ Ay!! Y a mí que me hacía ilusión verme la serie por quinta vez.. 
En fin, al turrón, que me enrollo.. xD 
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            No regrets, just love, we can dance until we  die you and I will be young forever... 

Capítulo 4: "Doloroso Recuerdo" 
Miraba al horizonte con nostalgia, miles de sentimientos se arremolinaban en su corazón y solo uno le carcomía el pensamiento, la incertidumbre... ¿Quién era él? sabía que se llamaba John Priestly, pero... ¿ya está? ¿había sido siempre así? Intentaba volver atrás en sus recuerdos, recuerda el dolor y la oscuridad, la eterna oscuridad, recuerda ir saliendo de esa oscuridad poco a poco, recuerda a una mujer de apariencia dulce, diciendo palabras dulces de consuelo, los cuidados de la dulce mujer y de un extraño chico de cresta con un color diferente cada día, las largas conversaciones que tenían con él, sin importarles que este no hablara, algo que agradecía profundamente... Más oscuridad. Un piano, una canción... You think I'm pretty  without any make-up on, You think I'm funny when I tell the punch line wrong... 
La increíble necesidad de tocas y cantar, y así lo hizo... Intentaba recordar más allá del dolor, pero una increíble oscuridad le rodeaba, ¿habéis intentado alguna vez pensar en como será la vida más allá del día de tu muerte? algo así le pasaba al joven de cabello rizado...
Suspiró, tranquilizándose al escuchar a su hermano tras él jugando al fútbol con un grupo de niños y adolescentes, Boaz...siempre le protegerá...sacó su libreta y trazó las pequeñas letras que había en una de las primeras páginas de esta, yo siempre te protegeré decía en una escritura irregular junto a una pequeña foto del punkie. Era su libreta de recuerdos, aquella que su madre le había hecho con todo el cariño del mundo cuando no era capaz ni siquiera de recordar su nombre...
-¿B-Blaine?- escuchó preguntar a una temblorosa voz, levantó la vista para encontrarse cara a cara con un hombre de ojos azules. Estaba tan cerca...no le gustaba la proximidad de los extraños, ya que siempre significaba dolor...
-B-Blaine... s-soy yo... soy Kurt- tartamudeó el extraño  acercándose más, si era posible a él... comenzó a hiperventilar...-Boaz...Boaz...Boaz...-llamó frenéticamente a su hermano, pero ni siquiera era consciente de si este le había escuchado o no.
Un doloroso grito de terror escapó de sus labios, mientras algo muy olvidado se abría paso a su memoria...
-¿Entonces qué, Kurt?-preguntó el moreno realmente dolido. El castaño, al que unos minutos antes había llamado Kurt, le miraba con los ojos entrecerrados, obviamente enfadado. _¡Oh, vamos, Blaine!-exclamó- Fuiste tú el primero en engañar al otro...tú fuiste el que corriste a los brazos de ese... Eli...-dijo haciendo notar el asco en el nombre pronunciado. 
No pudo aguantarlo más, dejó salir toda la rabia que acumulaba en su corazón, -¿¡NO LO VES!?-Empezó- YO NO HICE NADA, SOLO QUERÍA QUE FUERAS FELIZ, QUE NO HUBIERA NADA QUE TE ATARA AQUÍ...-gritó, evitando que las lágrimas que amenazaban con caer de sus ojos se derramaran - Y-y tú... tú...te has metido en la cama con ese...- No llegó a terminar la frase, no pudo, un fuerte dolor le atravesó la cara, Kurt le había abofeteado...
Un dolor intenso vino acompañando con esa memoria, intentaba respirar, pero se le hacía imposible...este...este individuo traía consigo dolor...el dolor que lo llevaba a su actual vida...intentó gritar más fuerte para hacerse oír, pero no pudo.
Casi suspira con alivio cuando oyó la voz del mayor gritar al individuo con enojo, sintió alivio cuando este llegó a su lado, sintió miedo cuando su hermano pegó al otro... nunca le había causado dolor, pero... ¿y si lo hiciera ahora que se lo había causado al otro? estaba asustado, realmente asustado. Lloró lágrimas silenciosas y se alejó rápidamente de ambos, tapándose los oídos con ambas manos.
Odiaba el dolor... odiaba los gritos... Sintió unos fuertes brazos abrazarle, apretándolo contra su pecho... -Shhh....tranquilo, Johnnie, tranquilo...-Consoló suavemente el punkie, murmurando en el oído del chico afligido, -Lo siento.. lo siento, Johnnie, solo.. solo quería protegerte...-volvió a decir el mayor, esta vez consiguiendo acabar con las lágrimas del moreno.
-Vamos a casa...-volvió a hablar el mayor, largo rato después, haciendo al chico levantarse de la húmeda arena en la que habían estado sentados.
-L-lo siento...-dijo la voz del castaño, acercándose a ellos, causando que el joven Johnnie se estremeciera con miedo, dejando escapar un lastimero quejido parecido a un gemido.
-Aléjate de él... aléjate de él si no te quieres ganar otro puñetazo en tu linda carita...- escuchó decir al punkie antes de emprender camino hacia casa.
Estaba asustado, realmente asustado...¿venía ese tipo a causarle dolor? ¿era ese recuerdo del día  que había llegado aquí? Kurt... ¿era ese el nombre de ese hombre?, Blaine... ¿era ese su nombre? o por el contrario... ¿era Johnnie?
Todo era tan confuso... tan doloroso... le resultaba tan imposible pensar claramente....
Sintió alivio al ver a su madre al llegar a casa, ella podría hacer que se fueran todos los dolores y maldades del mundo... ella le protegería, corrió a sus brazos, abrazándola fuertemente, llorando suavemente.
-¿Qué pasa, cielo?- preguntó la mujer confusa, mirando a su hijo mayor, quien traía consigo una mirada furiosa en sus verdes ojos... El pelinegro no respondió, tan solo se limitó a  seguir llorando suavemente en su hombro.
La anciana pasó suavemente la mano por los rizos negros del chico, acariciándolos, mientras susurraba a su oído una suave canción, intentando tranquilizar al afligido chico entre sus brazos...  Close your eyes, have not fear, the monster's gone and your mommy's here... beautiful, beautiful, beautiful boy...
Para el tiempo que había acabado con la canción, la mujer podía sentir el peso muerto del chico entre sus brazos, y la preocupada mirada del punkie caer sobre ambos... Sabiendo un poco por donde iban los tiros, la mujer dio un suspiro tembloroso, volviendo a jurar silenciosamente al cielo proteger a ese chico entre sus brazos.
Porque no importan los lazos de sangre, si no los sentimientos y su corazón le decía que ese chico era su hijo, no importa si lo había llevado nueve meses en el vientre o si lo había cuidado durante toda una vida o no... había sido su hijo durante casi una época, y lo protegería y defendería con uñas y dientes si hiciera falta...
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N/A2: Isabella tiene una buena intuición materna, no? xD 
Bueno.. este ha sido el capítulo 4, espero que os haya gustado.. he intentado hacerlo desde el punto de vista de John/Blaine.. que tenía al chico muy a la sombra...xD 
Espero haberlo hecho bien, porque no me convencía mucho la verdad.. 
Estoy trabajando en el 5, que ya es hora de que se entere Cooper, no? 
No sé cuando lo subiré porque tengo que estudiar, pero lo subiré, lo prometo! :)
GRACIAS POR LEER! :) 

-COMENTARIOS SON BIENVENIDOS! :) - 
Ah por cierto, para quien no lo sepa, la canción que Bella canta a John es "Beautiful Boy" de John Lennon, que, quien me conozca, sabe que es mi favorita, así como Imagine.. xD 

martes, 18 de junio de 2013

Life's too short to even care at all...


                                                                                            Breathe, take it easy...
                                                                         Don't fade away...
                                                            Don't cry...
Just live without problems... it's easy if you know how to do... 

martes, 11 de junio de 2013

Teenage Dream (Capítulo 3).


N/A: So... aquí estamos. Hoy el día ha sido demasiado productivo en el instituto, por tanto he podido escribir... 
Estoy de resaca post-cumpleaños... de resaca del antibiótico que me mandaron ayer para mis anginas... u.U Así que.. no me enrollo, que debo irme a estudiar Latín que mañana tengo examen. (Deseadme suerte) En fin.. aquí vamos.. espero que os guste! ;) 
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You make me feel like a livin' teenage dream...       
                                                                           
Capítulo 3: "Santa Cruz". 

La brisa fresca y marina llenaba cada rincón de la pequeña ciudad. Respiró llenado sus pulmones con ese maravilloso aire marino, llenándolo de una sensación de tranquilidad y paz que no sentía desde que le había perdido.
Atrás quedó la sensación de odio que le producía la idea de cambiar la rutina del aniversario de vida... y muerte del más maravilloso hombre que había conocido, su Blaine. Quería correr, y abrazar a Cooper, claro que.. no sería la mejor publicidad para el actor, por lo que se contentó con darle una enorme y sincera sonrisa, una que había olvidado como dar en los últimos diez años...
Y aquí estaba él, en aquel bello y mágico lugar llamado Santa Cruz, en un pequeño pero pintoresco grill disfrutando de un delicioso mocca, como los que solía disfrutar en el Lima Bean tiempo atrás. Miraba con atención alrededor del lugar, había una decoración marina por todo el local, una barra llena de taburetes y los objetos típicos de un bar, la cafetera, la plancha, etc. En lo que a la compañía respecta, la cafetería estaba casi vacía a estas horas de la tarde, tan solo había unos cuantos empleados, una chica rubia que tecleaba animosamente en el teclado del ordenador, y una chica pelirroja, la que apuntaba los pedidos, a parte en una mesa cerca de la puerta, una anciana de pelo canoso y grandes gafas que sujetaba en sus brazos a un gracioso cachorro. La señora hablaba alegremente con las dos chicas, sobre algo divertido que había hecho un tal Priestly, hasta que el rostro de la mujer se ensombreció con tristeza.
-Hablando de Priestly...-Comenzó- ¿qué tal se encuentra el joven Johnnie?- Preguntó la mujer haciéndose notable en su voz la tristeza. Fue la chica pelirroja la que tomó la palabra, -De salud física...tan bien como podía estarlo, teniendo en cuenta todo lo que le pasó...psicológicamente...-Suspiró la chica- solo Dios sabe que es lo que pasa por la cabeza de ese chico- Terminó la joven.
La señora chasqueó la lengua con tristeza grabada en su rostro, -Pobre muchacho...¡con lo guapo que es!- exclamó la mujer - Con esos rizos azabaches, y esos adorables ojos avellanados..- terminó con pesar.
El joven castaño no pudo evitar dejarse llevar por los pensamientos de Blaine ante la descripción de la mujer... No se había dado cuenta de que miraba fijamente a ambas mujeres hasta que la diatriba de ambas se detuvo bruscamente, y lo miraban expectante. El joven bajó la mirada sonrojándose furiosamente, se levantó de su asiento dejando sobre la mesa una generosa cantidad de dinero, como forma de pago del delicioso mocca que había consumido, diciendo un "adiós" entrecortado salió del grill apresurado.
Respiró para aplacar el golpeteo furioso de su corazón en su caja torácica, marchando hacia la playa, que se encontraba a pocos pasos de allí, dispuesto a seguir leyendo el que durante años había sido su libro favorito, "Romeo y Julieta".
Al llegar al arenoso paraíso, se sentó en una pequeña roca a la orilla, el lugar estaba casi vacío a esas horas de la tarde, tan solo unos cuantos adolescentes jugando al balón, junto a un hombre que peinaba una larga cresta teñida de un vivido verde pistacho, a pocos metros del grupo, y de él, había un pequeño y delgado hombre, de largos rizos negros, que vestía un gran jersey negro para protegerse del frío que traía consigo este tiempo. Estaba ahí, de espaldas al mundo, encorvado sobre sí, como si intentara protegerse de algo o de alguien... Había algo, en la postura del chico que le hacía gritar a su subconsciente que le era familiar, era esa forma adorable en la que se le encrespaban los rizos, al estilo afro, como le pasaba a su Blaine cuando no usaba gomina, era esa forma de sentarse, encogido sobre sí, como su Blaine cuando estaba asustado, triste, o simplemente pensando.
Sintió la impetuosa necesidad de correr hacia el chico, comprobar que era él, su Blaine, que no estaba muerto, que tenía razón, que un maldito papel ha estado equivocado durante los últimos diez años...
No se había dado cuenta de que estaba andando hasta que estaba al lado del callado chico, quien ajeno al mundo que le rodeaba, escribía algo en una pequeña libreta con mucha determinación, sin percatarse de su presencia, -¿B-Blaine?- Preguntó el castaño con voz temblorosa, por la emoción.
Nada en el mundo podría haberle preparado para la reacción del chico, quien al notar su presencia levantó la vista para unos segundos después alejarse de él, gritando con el más puro terror. El castaño tampoco estaba preparado para encontrarse cara a cara con su amor, quien aunque llevaba una década "muerto", ni siquiera parecía que el tiempo había pasado por el.
-Blaine...s-soy yo... soy Kurt...-dijo él, acercándose de nuevo al chico.
-¡ALÉJATE DE ÉL!- Gritó con enojo una profunda voz. Kurt levantó la vista para encontrar al joven punkie de antes corriendo hacia ellos -Boaz... Boaz... Boaz...- decía una voz frenéticamente, una preciosa voz que el castaño pensaba que jamás volvería a escuchar, la de su Blaine.
El castaño intentó de nuevo acercarse al moreno, tan solo quería abrazarle, estrecharle entre sus brazos y no dejarlo ir nunca... Se dio cuenta de que era una muy mala idea cuando sintió un golpe muy fuerte estrellarse contra su cara.
- NO. LE. TOQUES.- Gruñó peligrosamente el de la cresta antes de acercarse al chico aterrorizado y estrecharlo entre sus brazos. El joven Kurt casi podía sentir los celos comiéndole por dentro, celos de que este desconocido pudiera abrazar a su Blaine y él no. Vio asombrado como ese extraño abrazaba al moreno contra su pecho, susurrándole palabras de consuelo en su oído.
Unos minutos después, los que para Kurt parecieron horas, el moreno se había calmado lo suficiente como para que ambos chicos pudieran levantarse de la húmeda arena en la que habían estado sentados, con la intensión de irse.
-L-lo siento- tartamudeó el castaño, acercándose a los dos jóvenes, provocando que el moreno se estremeciera, gimiendo de miedo levemente, lo que le hizo ganarse de nuevo una mirada de odio por parte del joven punkie, -Aléjate de nosotros- gruñó- Aléjate de él, si no te quieres ganar otro puñetazo en tu linda carita- terminó, alejándose de aquel extraño que había osado asustar a su hermano.
Y se fueron, dejando al castaño congelado en su lugar, con miles de pensamientos golpeándose en su corazón, así como, miles de preguntas en su confundida cabeza... ¿Qué demonios está pasando aquí?...

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N/A2: Muchísimas gracias por leer. Ahora.. me piro a estudiar Latín. 
¿Qué os ha parecido? ;) 

sábado, 8 de junio de 2013

Teenage Dream (Capítulo 2).

Hola, holita! :D 
Bueno, no tenía pensado actualizar hoy... es más tenía pensado estudiar un poco de Historia y salir a dar una vuelta por ahí, pero como las cosas nunca salen como se planean... aquí estoy...(Y no, no tiene nada que ver que me haya hecho un esguince en la pierna y tenga que guardar reposo...[repito.. nada que ver, porque hacer caso al médico no es lo mío..xD] en fin..)
Pues nada, que esta semana ha sido muy productiva en horas muertas.. y eso, que yo con las películas de Filosofía no me llevo muy bien, así que aquí estamos...
Bueno, va.. que me enrollo, os dejo con el capítulo dos, "Inicio". Espero que os guste. 


We can dance, until we die, You and I, will be young forever...

Capítulo 2: Inicio. 

No sabía exactamente que era lo que le había despertado, suspiró con cansancio mientras se frotaba los últimos restos de sueño de sus ojos, fue entonces cuando sintió el incesante zumbido del teléfono móvil  en la mesilla de noche. Gimió con frustración, era domingo por la mañana... necesitaba dormir, juró por Dios que si era Blaine iban a tener una animada conversación sobre "domingos por la mañana y llamadas telefónicas", con un suspiro recogió el teléfono frunciendo el ceño al observar el identificador de llamadas y ver el nombre que se reflejaba en él, Cooper, cogió el teléfono y lo acercó a su oreja, fue a decir algo, pero fue recibido por un muy angustiado Cooper Anderson.
-¡KURT!- suspiró con alivio el joven, desde la otra línea - ¡Oh Dios mío, Kurt! dime que Blaine está allí, por favor- rogó el joven por teléfono. El joven Hummel sintió la sangre helarse y el corazón dejar de latir en ese mismo instante, cuando fue capaz de reaccionar apretó el teléfono más fuerte contra su oreja, -¿cómo que aquí, Cooper?- preguntó con voz entre cortada, de pronto se le hacía muy difícil respira. -Cooper, ¿qué se supone que está pasando?- Exigió saber -se supone que Blaine debería estar allí desde ayer al medio día...-Terminó, sintiendo como una poderosa sensación de miedo le invadía el alma.
Cooper, al otro lado de la línea rompió a llorar, rompió a llorar, Kurt nunca había visto a su casi- hermano en ley llorar, pensó distraidamente, aún aturdido por los acontecimientos.
-Cooper- Intervino, una vez que se vio capaz de reaccionar- ¿qué ha pasado?- Preguntó mientras sentía una poderosa sensación de rabia invadirle el corazón -Se supone que tendrías que haberlo recogido del aeropuerto...¡por el amor de Dios, Cooper! sabes muy bien como están las cosas por ahí.. atracos, crímenes de odio, as-...-Decía, siendo interrumpido por el joven actor, quien había detenido su llanto minutos atrás. -Lo sé, Kurt, lo sé y lo siento...me surgió algo, lo sé... soy un maldito egoísta... lo siento...- dijo el actor tras la otra línea, volviendo a explotar en llanto.
-¿¡Algo importante!?- preguntó el joven ayudante de Vogue montando en cólera -¿Qué se supone que había más importante que tu hermano pequeño, eh?- Preguntó, suspirando para aplacar su ira.
-Cooper, llama a la policía, yo comprobaré si facturó o no y llamaré a la policía de aquí a ver que dicen. - Dijo el joven, manteniendo una falsa tranquilidad, que solo duró hasta que su angustiado hermano en ley colgó el teléfono.
Kurt Hummel sintió toda su vida desmoronarse como un castillo de Naipes, levantó el teléfono y se dispuso a llamar a la policía, buscando al único gran amor de su vida.
Los siguientes días, fueron una falta de definición en la vida del joven, policías yendo y viniendo, la familia Anderson llorando en su salón, los Anderson y los Hummel-Hudson al lado del teléfono esperando una llamada que nunca llegó, miles de pistas que no llevan a ningún lado... Finalmente, la vida de los Anderson-Hummel desmoronándose, un maltratado cuerpo había sido encontrado en un sucio vertedero...
Fue ahí, en ese preciso momento, cuando la vida de todos se rompió, los sueños e ilusiones que reservaban para un futuro habían muerto, con él... Abrazando una foto del pelinegro lloró, lloró por él, por todo lo que no van a poder hacer juntos, lloró por todas las ilusiones robadas, por la vida arrebatada, por las injusticias de un mundo que no comprenden lo que es amar, lloró hasta quedarse dormido, con la feliz idea de que quizás todo esto era un sueño y que puede que mañana despertara y todo sería igual, Blaine le aguardaría, abrazándolo contra su pecho, besándolo, sin preocupación alguna, sin odios, prejuicios, sin crímenes de odio... el mundo ideal...

A miles de kilómetros de allí amanecía un día frío y húmedo, de marea alta, claro que ese dato era irrelevante para Isabella Priestly, quien había decidio trasladarse del que durante toda una vida había sido su hogar en Santa Cruz, dónde se había enamorado, dónde había tenido a lo más preciado de su vida, sus hijos, dónde los había criado, dónde había perdido a su esposo e hijo pequeño...Se había trasladado a los Ángeles en busca de una oportunidad para poder pagar todas las facturas médicas a las que debía hacer frente tras la muerte de su esposo, Tom, y de su hijo pequeño, Danny... esa oportunidad había llegado en forma de un puesto como enfermera en una pequeña clínica de caridad, en uno de los barrios más marginales de la ciudad.
Bella suspiró con cansancio, la vida se había vuelto tan patas arriba en solo unos meses... habían perdido a dos de las personas más importantes de sus vidas, habían perdido los ahorros de toda una vida... Boaz se había visto obligado a dejar sus estudios para ponerse a trabajar...
Y aquí estaba ella, en la deprimente recepción de la pequeña clínica esperando a por uno de esos casos de hipotermia que sufría cualquier pobre sin hogar... suspirando casi con alivio al no verse en esa situación, al tener un pequeño apartamento rentado al que podían llamar "hogar"...
-¡Varón!- se oyó el grito de un paramédico desde la entrada principal- diecisiete o dieciocho años de edad aproximadamente- continuó empujando una cutre camilla, sacando a la enfermera de su ensoñación. Bella se sorprendió al ver a un par de paramédico por aquí, pero su sorpresa se esfumó al pensar en que a veces esto pasaba, un grupo de paramédicos solían hacer patrullas por la ciudad prestando atención primaria a los enfermos sin hogar, y casi siempre su recorrido acababa aquí...
Se acercó rápidamente a la camilla para encontrar a un pequeño joven tendido en ella, ensangrentado, con feas contusiones por todo su cuerpo. La anciana sintió removerse algo dentro de ella, era solo un niño, un niño herido que solo necesitaba amor, rezó, rezó como no lo había hecho desde su gran pérdida, rezó para que ese niño se pusiera bien.... Levantó la vista de la cara del niño para encontrarse con el arrogante rostro del Doctor Smith, quién se disponía a entrar al joven a una pequeña zona de consultas, Bella sintió rabia apoderándose de ella, -¿qué se supone que está haciendo, Doctor Smith?- Preguntó - no puede entrarle ahí, necesita un hospital, uno de verdad, con más recursos, para que se ocupen de él- terminó con una mezcla de desesperación y temor en su voz.
El médico soltó una risa arrogante, y volvió su atención a la enfermera, -Por favor, Isabella...- comenzó con fastidio evidente en su voz - es solo un sucio y asqueroso mendigo- continuó con una mirada de asco dirigida al chico- no durará más allá de esta noche...¿para qué molestarnos?- preguntó, entrando al chico encamado a la pequeña consulta. La enfermera se quedó allí, intentando aplacar su temperamento, no fue hasta cinco minutos después cuando se dispuso a entrar al habitáculo, dispuesta a decirle un par de cosas al doctor, pero siendo recibida por una triste y vacía habitación, tan solo con una cama y un pequeño joven allí, esperando ser amado.
Cuando por fin consiguió aplacar su ira, se acercó al joven cogiéndole su mano, acariciándola con ternura dejó un pequeño beso en ella.
-Te vas a poner bien- Le susurró con determinación la mujer - voy a cuidar bien de ti.. y aunque sea un camino lleno de baches estaré ahí, contigo, a cada paso que des, ¿entiende?- afirmó la mujer al oído del chico. Y así lo hizo, lavando y vendando cada herida, cada golpe, cada contusión que adornaba el cuerpo del muchacho, con el firme pensamiento de que había perdido a Danny, pero no se iba a permitir el lujo de perder a este chico también.
Fue justamente ahí, ese 5 de Febrero de 2012 cuando Blaine Devon Anderson había fallecido, a los diecisiete años de edad, ante los ojos del mundo, devastando a todos cuantos le amaban. Fue ahí, ese 5 de Febrero de 2012, cuando Johnnie Priestly había nacido, llenando de nuevo de ilusión el corazón de una madre destrozada, la que había jurado, minutos antes, proteger, cuidar y sobre todo, amar a un pequeño joven que la había cautivado sin tan siquiera una mirada...
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N/A: Voilá! Aquí está! Espero que os haya gustado. No garantizo una actualización esta semana porque tengo exámenes todos los días... 
NOTA: No estoy muy segura de cual era la fecha de nacimiento de Blaine en Glee, pero se supone que en el 2012 debía tener 17 años, por lo que su año es el 1995, así que yo como fecha de nacimiento he elegido el 5 de febrero de 1995, ya que Darren, nació el 5 de febrero de 1987, por lo que sí, no habéis contado mal.. se supone que Blaine "falleció"el mismo día de su décimo-séptimo cumpleaños...
Muchísimas gracias por leerme. 
Y ahora.. me voy a sacar el traje de flamenca para la Romería, y después a repasar Historia. (Cuanto te quiero, Cristobal..) 
A mi tito Agustín, quien me enseñó a escribir, a leer y sobre todo, a amar los libros y las letras... todavía me pregunto como sería mi vida si te tuviera aquí.
C U SOON! ;D 

miércoles, 5 de junio de 2013

Teenage Dream (Capitulo 1).

N/A: Bueeno!! Otra vez estamos aquí, muchísimas gracias por leerme, y sobre todo, muchísimas gracias por darme vuestra opinión... 
So, mientras que hago la redacción de inglés me he dicho: "venga, Bei, a actualizar" y aquí estamos...(Que productivas son mis clases de Ciencias, oye.. xD) 
Me dejo de charlas, así que: AL TURRÓN! 

Descargo de Responsabilidad: hace falta que vuelva a soltar todo el rollo? ;) 
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Before you met me, I was alright
                     But things were kinda heavy, you brought me to life
                                    Now every February you'll be my Valentine, Valentine

Capítulo 1. 
Escuchaba pasos tras de sí, un escalofrío nervioso le recorría la espalda, estaba oscuro, tan oscuro que una sensación de temor le recorrió el cuerpo, nunca había temido a la oscuridad, ni siquiera de niño, pero sí que temía a la gente que se escondía tras esas negras cortinas llamadas oscuridad...
Haber sido el gay marginado del instituto le había enseñado el lado malo de las personas, que la vida no es fácil, y si algo puede salir mal, saldrá. Se escuchó una suave, aunque macabra risa tras de sí, sintió como en ese momento se le helaba la sangre. Sacó su teléfono móvil para volver a llamar a Cooper, se sentía solo y perdido, cuando de repente el teléfono cayó de sus manos con un fuerte ruido, casi hiperventilando, se agachó para recoger el objeto destrozado en el pavimento. 
-¡HEY, MARICA!- Exclamó de pronto una voz en tono burlón. El joven pelinegro levantó la vista hacia donde pensaba que era la fuente de la voz, pero se encontró solo, rodeado por un manto invisible de oscuridad. -P-por fa-favor- gimió el joven con miedo - por favor... l-llevaros todo lo que queráis, p-pero p-por favor n-no me hagáis daño- terminó de decir el joven sintiendo como las lágrimas caían por su rostro. 
-Ah, no... amiguita- habló de nuevo la voz, dando énfasis burlón a ese "amiguita" - Esto no tiene nada que ver con tu sucio dinero- terminó de decir la voz, esta vez con enojo presente en ella. Se oyó un chiflido, y el joven intentó decir algo, hacer algo, negándose a la idea de que aquí, ahora, le había llegado su hora. 
Sintió el primer golpe aterrizar en su cabeza, intentó protegerse haciéndose un ovillo, pero los golpes eran tan fuertes que solo los dejó pasar, dando la bienvenida a la calurosa oscuridad. 
-¡NO! ¡NO! ¡POR FAVOR! ¡¡¡NOOOOOO!!!- Resonaron los chillidos asustados por toda la casa, haciendo al joven punkie despertarse de su maravilloso sueño sobre Tish, se frotó los ojos con cansancio, en ese instante volvió a resonar otro doloroso grito, fue entonces cuando se dio cuenta de donde venían los gritos, corrió hasta la habitación de su hermano pequeño y lo encontró retorciéndose dolorosamente en la cama, sin dudarlo, Boaz Priestly se aproximó a la cama del joven, a quién estrechó entre sus brazos, abrazándole contra su pecho. -Shhhh- susurró cerca del oído del chico - Sal de ello, chico- susurró de nuevo, acariciando los largos rizos negros que caían sobre la sudorosa frente del chico, pensando que necesitaba un corte de pelo, otra vez. -No te pueden hacer nada, Johnnie, despierta- alentó el joven, mientras sentía como el chico se relajaba contra su pecho, dormido, muerto a los ojos del mundo. 
Priestly suspiró cansado, aún puede recordar la primera vez que vio al chico, sentado en  el salón de su casa, en aquella silla de ruedas, con la mirada perdida, ajeno al mundo que le rodeaba...
-¡Boaz!- exclamó su madre con una alegría en sus ojos que no había visto en muchísimo tiempo, desde que Danny, su hermano pequeño había muerto. 
-¿¡Qué demonios!?- exclamó el joven de la cresta sintiendo una furia inmensa subirle a la cabeza. -¿Qué pasa, hijo?- preguntó dulcemente Isabella Priestly, el chico soltó un bufido, -¿qué has hecho, mamá?- gritó furioso - ¡has secuestrado a un paciente!- explotó de nuevo. 
Bella le miró con una mezcla de confusión y horror escrito en sus ojos, pero no dijo nada. El joven punkie suspiró y se acarició el pelo, una clara señal de su frustración. -No es Danny, mamá, Danny murió... ¡date cuenta de una vez!- explotó de nuevo el joven - has secuestrado a un paciente, necesitas a- ...- fue cortado por una fuerte picadura en su mejilla, su madre le había abofeteado. 
-Boaz Samuel Priestly, escúchame- empezó la mujer con enojo escrito en su rostro. -No necesito ayuda y por supuesto no he secuestrado a nadie- afirmó la mujer, suspirando, mientras intentaba aplacar su ira, esto, fue tomado como una ventaja para el joven Priestly, quien aprovechó ese momento de silencio de su madre para volver a explotar con rabia, -¡¿Y ENTONCES QUÉ, MAMÁ?!- preguntó - ¡¿QUÉ DEMONIOS HACE AQUÍ ESTE TIPO?!- volvió a preguntar, esta vez dando unos pasos, acercándose al callado chico sentado en su salón, que tan solo unos minutos antes mostraba indiferencia al mundo, y ahora, lloraba abiertamente. Una sensación de malestar invadió las entrañas del joven con cresta, al hacer llorar al chico, así que, intentando aplacar su enojo di un suspiro y se dispuso a dirigirse al lado del chico, para su sorpresa, este soltó un grito que le heló la sangre, gritos de terror llenaba la casa haciendo al punkie congelarse en su lugar, volvió en sí cuando sintió a su madre acercarse a su lado, abrazando al angustiado chico atormentado, quien lloró en sus brazos hasta quedarse dormido, como un niño pequeño que acababa de sufrir un terror nocturno. Bella miró a su hijo, que seguía petrificado en su lugar, - es un John Doe- explicó la anciana con un suspiro - llegó al hospital hace cosa de un mes y medio - continuó la mujer. Eso explicaría las magulladuras por la cara y los brazos del chico y la venda blanca que adornaba la cabeza de este, pensó Boaz, abriendo la boca para preguntar algo, pero siendo interrumpido por su madre, -estuvo en coma durante dos semanas, y cuando despertó ya estaba así, tan.. callado- Llegados a este punto, la mujer rompió a llorar - Dios, Boaz...querían llevarlo a un manicomio...-hipó la mujer- Y-yo.. yo no podía dejar a este pobre chico rodeado de locos...solo Dios sabe por cuanto habrá pasado el pobre chico...-susurró la última parte la mujer- así que... cuando esta mañana le estaban preparando para llevárselo, hablé con el doctor Smith, y simplemente me dijo que sí, diciendo que así haría menos gastos al Estado.. c-como.. como si fuera un perro- hirvió la mujer en ira, con ese maldito médico. 
-Yo solo sabía que debía protegerlo...-continuó la anciana, quien minutos antes, había caído en el pecho de su hijo, llorando - Es solo un niño...- susurró la última parte, con la voz quebrada por la emoción. 
Fue ahí, en ese mismo instante en el que Boaz Priestly hizo un juramento silencioso, protegería a este chico, como si de su hermano se tratara... aunque fuera lo último que hiciera en este mundo.
Volvió a la realidad con el movimiento de su hermano, quien aún seguía echado contra su pecho, suspiró pensando que se trataba de otro terror nocturno, pero sorprendido al ver la mirada somnolienta y confusa que le regalaba su hermano. El punkie sonrió de forma torcida al chico, quien soltó un pequeño suspiro. -Boaz...-graznó, con voz somnolienta - ¿Qué...?- empezó, pero la pregunta quedó a medio camino como el sueño lo volvió a reclamar. Boaz suspiró, acariciando de nuevo los rizos del que durante los diez últimos años había sido su hermano pequeño. 
-Shhh- susurró- solo duerme... yo velaré por ti-
Y así lo hizo esa noche, como lo había estado haciendo durante los últimos diez años, espantando a los monstruos que vivían dentro de los sueños de su hermano, con el juramento siempre firme en su mente: Nadie se mete con Johnnie Priestly, si su hermano mayor está delante.
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N/A: Aquí estamos! ;) Espero que os haya gustado. 
¡ISA! Muchísimas gracias por el art de este capítulo, máquina, que eres una máquina. 
Hace falta que lo dedique? No, verdad? :) 
COMMENT, PLEASE! :D 


domingo, 2 de junio de 2013

Teenage Dream

Bueno, pues aquí estoy de nuevo.. (Ya sabéis si pregunta mi madre estoy haciendo la traducción de Latín.. xD)
Pues nada, como ya me he visto Glee por lo menos tres o cuatro veces, he sentido la necesidad de escribir un "Klaine", y no, precisamente no es uno de esos fics que yo acostumbro a escribir en los que todo es "paz y amor.. y el plus pal' salón".. Pero en fin, después de leer unos cuantos así, espero haberlo hecho bien, (teniendo en cuenta que lo escribí en un rato de vagancia en Historia..) Espero que os guste.

N/A: Descargo de responsabilidad, la serie no me pertenece, naturalmente, ni ninguno de sus personajes, (aunque me encantaría tener un Darren Criss para mí solita! *-*) Mía es solo la idea de este fic.
El título es originario de la fabulosa canción de Katy Perry, como todo el mundo sabe. 
N/A2: Situado tras el final de la temporada 4. Sería algo así como mi visión de la temporada 5...
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Introducción
You think I'm pretty without any make-up on, 
                                                                You think I'm funny when I tell the punchline wrong...
Es increíble la cantidad de recuerdos que puede llegar a contener una canción, la cantidad de sentimientos que pueden llegar a guardar, amor, odio, ilusión, pérdida, desesperación, tristeza...
Kurt Hummel sabía bien todos esos sentimientos, los había experimentado todos albergando su alma, había sentido amor aquella primera vez que había visto al joven Blaine Anderson en aquellas escaleras en la Academia Dalton, hacía casi doce años; había sentido odio cuando ese joven al que tanto amaba le había  confesado su infidelidad en aquella fuente en Nueva York cerca de once años atrás; había sentido ilusión unos meses después de su ruptura cuando entre lágrimas Blaine había confesado que nunca le había sido infiel, entre besos, en aquel coche; había sentido pérdida cuando había recibido aquella llamada de un muy angustiado Cooper Anderson diciendo que Blaine nunca había llegado a su apartamento en Los Ángeles, como habían acordado hace diez años; había sentido pérdida cuando unos meses después habían encontrado un cuerpo en aquel sucio vertedero, el cuerpo de Blaine; había sentido desesperación al no encontrar a quién había prohibido al amor de su vida de una vida junto a él; sentía tristeza al pensar en Blaine, en los casi diez años que no le tiene a su lado. Se negaba a pensar, a creer en la palabra enterrado, en que ese cuerpo que reposaba en el panteón familiar de los Anderson era Blaine, su Blaine, siempre había sentido una conexión muy especial con su enamorado, y era esa conexión la que le decía que estaba ahí, en algún lugar vivo, esperando a ser encontrado...
No se había dado cuenta de que lloraba hasta que sintió una fuerte mano en su hombro, apoyándole silenciosamente. Rogaba a Dios que esa mano fuera de Blaine, que esto, todo lo pasado en los últimos diez años fuera una mal sueño del que acababa de despertar. -Shhh, lo sé Kurt, lo sé- comenzó la voz- yo también le echo de menos- continuó el dueño de la voz, Kurt levantó la vista y se topó con esos ojos que le resultaban tan iguales, y a la vez tan diferentes a los de su amado... Blaine, casi había olvidado que Cooper Anderson estaba en su apartamento, como cada año, durante los últimos diez años, Cooper, quién había dejado de aceptar papeles mediocres anunciando créditos, para realizar superporducciones de Hollywood, se encontraba en su apartamento para celebrar el "cumpleaños" de Blaine, era siempre lo mismo, una noche en la que compartían gratos recuerdos vividos junto al pelinegro, entre lágrimas, risas y pozos de alcohol.
-Vamos, Kurt, a Blaine no le hubiera gustado que estuvieras así- volvió a hablar el joven - como si tú también hubieras muerto con él...-terminó esta vez con la voz rota por la emoción, conteniendo las lágrimas que amenazaban con caer de los azulados ojos del joven. Kurt sintió una poderosa sensación de odio y rabia barriendo dentro de él - ¡NO HABLES ASÍ! - Bramó- Blaine no está muerto, no lo está, me niego a creer que ese a quién enterramos era él- Lloró, Cooper sintió que algo se removía dentro de él, en todos estos años había llegado a sentir a Kurt como un hermano, aquel que había perdido, tragándose sus propias lágrimas abrazó al joven llorando, como solía hacer con su hermano pequeño cuando este se raspaba las rodillas jugando al fútbol en el jardín trasero de la residencia Anderson, cuando eran unos críos.
Cooper suspiró, se sentía cansado, era como si en estos últimos años en vez de transcurrir diez años casi, hubieran transcurrido veinte o quizás treinta años, a veces pensaba que todo esto era una pesadilla, que iba a despertar y Blaine iba a estar ahí, sonriendo, con los ojos brillantes de alegría e inocente ilusión. A veces, al igual que Kurt, sentía que su hermanito no estaba muerto, que ese cuerpo maltratado y roto que habían enterrado no era su hermano pequeño, a veces tenía la sensación de que Blaine estaba ahí, vivo, en cualquier otro lugar, y que algo le frenaba de volver a su lugar, con su familia, con las personas que le quería.
¿Y si estaba sin memoria? ¿y si estaba perdido entre tantos pobres que habían perdido todo? ¿y si en verdad estaba muerto? ¿y si...? había tantos ¿y si..? en sus pensamientos que ya ni siquiera tenía respuesta para ellos...Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se había dado cuenta de que que Kurt se había separado de él y estaba acariciando una de las tantas fotos  de Blaine que adornaba cada pared, cada mesita auxiliar libres en el apartamento, mientras murmuraba palabras sin sentido...
El joven actor suspiró, tenía que hacer algo, tenía que evitar que Kurt volviera a caer en ese pozo de tristeza y depresión en el que había caído años atrás, ya había perdido a un hermano al que no había podido proteger aquella noche, y no iba a permitirse perder a su última conexión con Blainey, no iba a perder a Kurt también.
Se aclaró la garganta, logrando llamar la atención de Kurt, quien levantó la vista de la foto de Blaine con su uniforme de Dalton que estrechaba entre sus manos, -¿Sabes qué, Kurt?- preguntó, ganándose una mirada interrogante del joven que estaba al lado de él- Creo que este año deberíamos hacer algo diferente por el cumpleaños de Blaine, me hago mayor y mi hígado ya no es el que era... creo que no aguantará más de ese licor..-Dijo apuntando con la cabeza a la botella que se encontraba en el mueble bar de la esquina. Kurt  dio una sonrisa torcida a ese comentario y siguió mirando expectante a Coop, quién se había levantado de pronto del sofá y estaba marcando un número en su teléfono móvil - Recoge tus cosas, creo que nos vendrá bien pasar un par de días en Santa Cruz- terminó de decir antes de volver su atención a la persona al otro lado de la línea telefónica.
Kurt frunció un poco el ceño ante eso, pero se encogió de hombros mentalmente ante esto... le molestaba un poco tener que cambiar de planes, le parecía bien el intercambio de anécdotas sobre Blaine, quizás lo hubieran podido hacer sin tanto alcohol, pero no dijo nada a Cooper, quién estaba absorto en la conversación telefónica, se levantó del sofá sintiendo un poco de enojo crecer dentro de él, pero no dijo nada, tan solo se dirigió a su habitación dispuesto a recoger algo de ropa.
Si tan solo hubiera tenido alguna idea de lo que iba a encontrar allí, hubiera ido con menos enojo, y seguramente, hubiera ido hace muchísimo tiempo atrás...
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N/A3: Me vais a mandar a tomar viento con tantas notas de autor, pero le he tomado gustito a esto de escribirlas, en fin... Aquí está la primera parte, espero que os haya gustado, seguramente escribiré algo de la segunda parte mañana en algún rato de vagancia.. 
¡GRACIAS POR LEER! :) 
Y sí, hablo de Santa Cruz, CA, (sí, me volví a ver Ten Inch Hero hace un par de días, no me lo toméis a mal..) xD
PD: Isa, te lo dedico.